jueves, 7 de abril de 2011

EL TIEMPO SIN VENTANAS.


Amar la vida incondicionalmente, vivir cada segundo el día de hoy, es una receta bien sencilla para ser feliz y hacer felices a los otros. Hay que ser felices en el "hoy". Hoy es tu día, un día para hacer el bien, para llenarlo de paz, sabiduría y amor. Si a tu mente llegan recuerdos negativos del pasado, es hora de olvidarlos. Lo pas ...ado es pasado, sólo debes recordar todas las gracias que Dios derramó sobre ti, las flores que te ofrecieron, las bendiciones que te brindaron. Es hora de olvidar todas las ingratitudes, las heridas que te hicieron y las puñaladas que te clavaron. Es la hora de la paz, del amor, del perdón. Tardé años en reconciliarme con el invierno: las nevadas me incomodaban. Pensaba en mamá... Pensaba en que tendría mucho frío en su vestido de verano...Luego se me pasó, pero la inquietud perdura, como si en la infancia borrada de la memoria hubiera ocurrido algo terrible, nunca sabré qué... En el San Petersburgo de principios de los sesenta, una niña que prefiere la pintura a la palabra se convierte en el centro de la vida de las personas que conviven con ella: su madre, una humilde obrera venida de provincias, y tres ancianas supervivientes de otros tiempos, quién sabe si mejores. Entre remiendos, platos pobres y tristes coladas, lecciones de francés y supersticiones campesinas, las cuatro mujeres formarán alrededor de la niña un muro, levantado con devoción, que intentará protegerla de la crueldad del mundo. Ganadora del prestigioso Booker Prize ruso, El tiempo sin ventanas es un canto a la supervivencia, a la libertad, y a la ternura, que todo lo puede.

1 comentario:

  1. Una historia de contrastes, llena de aventuras, que habla del amor, del riesgo y de la capacidad de superación; con unos personajes que fueron los precursores de lo que más tarde se convertiría en la conocida Ruta de la Seda.

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