Se dice en Japón que cuando alguien muere en una pena o rabia extrema, la emoción permanece y puede dejar una mancha en ese lugar. La muerte se convierte en una parte de ese lugar, matando todo lo que toca.Una vez que te vea, nunca te dejara huir. Rika es una trabajadora social voluntaria asignada laboralmente para cuidar a Tokunaga Sachie, una señora mayor catatónica. Ella descubre la silenciosa y suburbana casa en un estado de desorden y su sala subalimentada y sucia, sin analizar ninguna otra habitación de la casa. Mientras pasa la aspiradora descubre un cuadro de la familia con la cara de la esposa recortada. Arriba escucha ruidos arrastrantes provenientes del armario del dormitorio, los cuales ha estado grabando. Rika cambia la cinta y abre la puerta cuando escucha maullidos. Dentro del armario descubre un gato negro y un niño pequeño quien ella reconoce en la foto. Llama al centro de asistencia social para reportar el incidente. Cuelga y se asusta al ver al niño mirándola fijamente desde el balcón de las escaleras. Ella le pregunta su nombre. "Toshio", le responde él. Murmurando desde la habitación de Sachie atrae la atención de Rika. Rika intenta calmar a Sachie, pero es asustada por la repentina aparición de una sombra oscura descendiendo sobre ellas. Un par de ojos aparecen dentro de la sombra, los cuales se abren y miran fija y directamente a Rika, quien entonces se desmaya. Kasumi, esposa de Katsuya y nuera de Sachie, no puede dormir por la noche porque según ella, se lo atribuye a las impacientes agitaciones de Sachie. Kasumi recuerda a su marido mientras él se dirige al trabajo que su hermana, Hitomi, espera para la cena. Ella se duerme en el sofá y despierta asustadamente. Al principio asume que fue Sachie, pero pronto ve un par de manos impresas en la puerta. Descubre un gato negro en las escaleras. Cuando se acerca, un par de pequeños brazos pálidos se alargan y agarran al gato, los cuales asustan a Kasumi, pero continúa investigando. Katsuya regresa a casa para descubrir a a su esposa yaciendo en la cama incapaz de moverse o hablar. Mientras se dirige hacia el teléfono, percibe otra presencia en la habitación y pronto encuentra al niño, Toshio. Katsuya le pregunta quién es él, pero no consigue ninguna respuesta mientras las puertas del armario empiezan a sacudirse y la condición de su esposa empeora. Hitomi llega para cenar solamente para encontrar a su hermano sentándose en las escaleras comportándose de manera extraña y murmurando algo sobre un niño que no es suyo. Ella pregunta sobre Kasumi, pero Katsuya no tiene la voluntad para decir que pasó con ella. Katsuya empuja a Hitomi afuera y le dice que vaya a casa. Luego lleva el cuerpo de Kasumi al ático y se ve tras el vidro de la habitación a Kayako. Hitomi es una de las últimas personas en abandonar el edificio de oficinas. Sin éxito intenta llamar a su hermano en su salida. Hitomi se detiene en el tocador de damas, en donde su teléfono suena e identifica como llamador a su hermano. Cuando ella contesta, una terrible respiración ruidosa suena, provocando que se golpée en la caseta próxima. Hitomi se disculpa y cuelga. Un osito de peluche de adorno cae de su monedero mientras se aleja. Cuando lo alcanza, la siguiente cabina se abre y una cortina de cabello negro se mueve siniestramente hacia ella, haciendo la misma respiración ruidosa. Hitomi corre hacia la oficina de seguridad y pide que un guardia de seguridad investigue. Ella lo observa mientras va al baño y luego es consumido por una sombra oscura. Hitomi hace una apresurada retirada a su departamento. Su teléfono de casa suena; su hermano está allí pero le reclama por haber olvidado su número de su departamento. Hitomi le dice que del apartamento, han ocurrido varias historias, y se las rumorea en el edificio. Antes de que ella pueda colgar, el timbre de la puerta suena. Mira a través de la mirilla - es su hermano. Abre la puerta en vano pero en el aire, la respiración ruidosa está sonando en voz alta desde el teléfono, que se encuentra todavía en su mano. Hitomi enciende la televisión y se encoge bajo las fundas. La cara del reportero de noticias se deforma y retuerce como los sonidos de la respiración ruidosa de nuevo. Siente algo extraño en la cama y lo aleja. Es el osito de peluche de adorno que se cayó de su monedero. Un bulto humano escondido ondea por debajo de las fundas. Hitomi levanta la sábana para ver al espíritu antagónico.
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Cuando Rika no regresa al centro de beneficencia, su jefe, Hirohashi, va a la casa para inspeccionarla. Él encuentra a Sachie muerta y a Rika en estado de shock. Los detectives intentan localizar a Katsuya llamándolo en su teléfono celular. Ellos escuchan que el sonido proviene de arriba y siguen el sonido hasta el ático. Allí encuentran los cuerpos de una joven pareja viviendo allá, Katsuya y Kazumi. Los investigadores se dirigen a otro detective, Toyama, para encontrar respuesta alguna. Toyama fue asignado al caso de un hombre que había asesinado a su esposa y a su hijo en esa casa hace años. Convencido de que la casa sea responsable del origen de las desapariciones, Toyama se dirige allí con gasolina, empeñado en quemar el terreno. Él tiene una hija, Izumi, quien tenía aproximadamente doce años. Mientras dentro de él experimenta una visión de ella como una adolescente.
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