miércoles, 9 de febrero de 2011

LUCES A TODAS HORAS.


Motoristas y automovilistas firman la paz con la normativa de la UE que obliga a instalar luces diurnas en los coches.

No te había visto». Esa fue durante años la primera justificación que salía de los labios de cualquier conductor después de haber arrollado a un motorista. La excusa dejó de sonar convincente cuando hace más de una década los vehículos de dos ruedas comenzaron a circular con las luces encendidas de forma permanente. El destello de los faros hizo que los moteros, hasta entonces sombras fugaces en la carretera, se volviesen por fin visibles a ojos de los conductores de coches y camiones. La medida resultó un éxito rotundo y todos los expertos en seguridad vial coinciden en señalar que ha contribuido a salvar la vida a una legión de aficionados a las dos ruedas en los últimos años.
El descenso de los siniestros en los que había motos de por medio despertó entre las autoridades encargadas del tráfico una tentación muy comprensible: ¿por qué no hacer que los coches circulen también durante el día con las luces dadas? La iniciativa fue acogida de buen grado en los países del norte de Europa, donde las difíciles condiciones climáticas hacen que la visibilidad sea reducida durante buena parte del año. Dinamarca, Finlandia, Suecia o Noruega se apresuraron a introducir en sus códigos de circulación la obligatoriedad de llevar la iluminación del coche activada las 24 horas del día.
Motoristas en una carretera nocturna. Abajo, los 'leds' que deben llevar todos los coches,foto.

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