
Navegando por el mar, un velero perdido, un velero blanco asustado, su corazón expuesto al mar en su interior amor, un deseo de historía, de amor, de fuego y dolor, una balada de dulces sirenas, en el exterior fuego y ardor, ese barco un sendero azul ese hogar sentimiento de vida, un palacio de reyes, un rincón de sueños dorados, un puerto de melodías perdidas entre olas y risas. Navegando por el mar, un velero encontré un amor escondido entre algas y rocas que rompen el mar, como su alma cura mi dolor y enfermedad y al atardecer me convierto en sirena, y navegar junto a el.
Que bellas letras, siempre quise tener un velero, no crucero, velero, tuve la oportunidad de salir dos veces en velero en mi vida y me enamore de los veleros.
ResponderEliminarTu poesía me ha hecho navehar por esos veleros de antaño.