TÍTULO:La octava maravilla. Te recuerdo con las manos semiatadas, las yemas de mis dedos recorriendo tu cuerpo, agitándote con cada roce entre agudos gemidos. Mirando tus ojos sentí la calidez de tu piel lechosa bajo la prenda ligera que cubría tus pechos. Me enamoré de ti al primer instante, de tu belleza y tu fragilidad. El instinto me llevó a intentar retenerte y ahora comprendo que fue mi mayor error… El destino vertiginoso ha provocado que volvamos a encontrarnos en este lejano paraje. Añoro mi hogar y el breve tiempo que allí pasamos juntos, pero tu llamada ha hecho renacer el amor que siempre sentiré por ti, al tiempo que rebrota el animal que en mi interior intenta protegerte. Deja que contemple por última vez tus rubios cabellos ondularse al viento, así, rodeando tu cintura con mis recias manos… Moriré sabiendo que entre lágrimas, siempre recordaras que yo, King Kong, te amé tal como llegaste a mí, aunque nuestra unión sea imposible. TÍTULO:ROMPECABEZAS. No puedo estar en dos sitios a la vez, soy un sencillo abogado con sus pequeñas aficiones y no una especie de mago escapista. Quiero llegar sobrado al concurso, pero mi cliente solo contempla la absolución y eso me roba tiempo para prepararme, necesito estar concentrado. Tal vez gane algo de tiempo para planificar mi actuación mientras emplazan y notifican el señalamiento. La solución está en la otra parte, debo retroceder y calcular otras posibilidades, comenzar desde el principio no es una alternativa. Esto a veces resulta complicado, requiere de mucho tacto, existen tantas aristas que valorar, infinidad de combinaciones, y el tiempo vuela… Necesito darle otra vuelta, un giro inesperado que me acerque al desenlace con éxito. Estoy convencido de que por el procedimiento ordinario lo tendré muy difícil. Batir el record de Europa del cubo de Rubik a ciegas requiere de gran destreza y habilidades matemáticas complementarias.
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TÍTULO:Celebrando.
ResponderEliminarEl olor a sarmiento ameniza la tertulia en la parte superior de la bodega, nos turnamos impacientes por bajar a llenar jarras de vino directamente de los lagares, chocamos nuestros vasos entre risas, chistes y el aroma que surge de las chuletillas sobre la brasa, brindamos por la tierra, la lluvia, la amistad y los futuros encuentros tras la vendimia