sábado, 14 de agosto de 2010

EL DIARIO DE ISMAEL CRUZADA .


Sábado, 15 de Mayo de 2010, a las 23:46 p.m.

Hoy ha sido un día maravilloso. Lo he pasado en grande. Sí, soy consciente de que he hablado demasiado, como siempre, pero me da mucha rabia que me pregunten a qué me dedico y no inflar mi pecho de orgullo anunciando mi profesión y pasión: la psicología. Me imagino lo contento que se habría puesto mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre si pudieran ver que sigo con entusiasmo la vida que ellos me enseñaron cada uno a su manera.
La verdad es que a mis cincuenta y dos años estoy empezando a descubrir la llamada de algo nuevo, puedo oír esa voz dentro de mí que quiere obligarme a hacer algo distinto de lo que siempre he hecho. No sé si se debe a que sólo me quedan algunas asignaturas de sociología, y al hecho de haber querido desarrollar aun más mi conocimiento técnico y analítico del ser humano. O simplemente, que como decía mi buen amigo Timott, empiezo a oler a viejo repipi que sólo quiere presumir de ser licenciado en derecho, economía y psicología con excelentes expedientes y de hablar otros tantos idiomas.

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