Hace dos semanas prometí hablarles de Rojo y negro, una de mis películas españolas favoritas.Así que anoche puse el deuvedé- una copia de relativa calidad, semipirata, que no se encuentra fácilmente- para admirar de nuevo esa historia sombría y dura, hija bastarda del cine franquista, estrenada en 1942, demolida por la crítica oficial y retirada después de sólo tres semanas de cartelera para verse enterrada en el olvido.Hasta que, cincuenta años más tarde,la Filmoteca Española localizó una copia polvorienta en un sótano de Madrid.Rojo y negro tiene un valor histórico extraordinario. Es la única película sobre la Guerra Civil hecha desde un punto de vista inequívocada falangista- su director, Carlos Arévalo, lo era-. Y trata de las actividades clandestinas en el Madrid republicano de la contienda.Un gran escritor de grandes artículos en revistas y en periódicos.Foto de Arturo Pérez Reverte.He vuelto a admirar de nuevo esa historia sombría y dura, hija bastarda del cine franquista, prohibida en 1942.FIN.
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