San José era carpintero,
y la Virgen panadera,
y el Niño Jesús, los días
que llueve y no tiene escuela,
va a recoger las virutas
que se escapan de la sierra,
y en el horno de su madre
sus santas manos las echan.Mientras las piedras del horno
lentamente se caldean,
vuelve al taller de su padre, Y San José dice al verlo:
- ¿Por qué, Jesús, siempre juegas
con escoplos y cepillos
a hacer cruces de madera? Y los rubios angelitos
al escuchar la respuesta,
abandonan el trabajo
y llenos de espanto vuelan
derramando entre las nubes
tristes lágrimas de pena.
Y el Niño Jesús responde
con su voz alegre y fresca:
- ¡Porque quizás algún día
me habrán de clavar en ella!
y con manos inexpertas,
ayudado por los ángeles,
labra una cruz de madera.
y la Virgen panadera,
y el Niño Jesús, los días
que llueve y no tiene escuela,
va a recoger las virutas
que se escapan de la sierra,
y en el horno de su madre
sus santas manos las echan.Mientras las piedras del horno
lentamente se caldean,
vuelve al taller de su padre, Y San José dice al verlo:
- ¿Por qué, Jesús, siempre juegas
con escoplos y cepillos
a hacer cruces de madera? Y los rubios angelitos
al escuchar la respuesta,
abandonan el trabajo
y llenos de espanto vuelan
derramando entre las nubes
tristes lágrimas de pena.
Y el Niño Jesús responde
con su voz alegre y fresca:
- ¡Porque quizás algún día
me habrán de clavar en ella!
y con manos inexpertas,
ayudado por los ángeles,
labra una cruz de madera.
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