No queda opciòn.Las altas temperaturas que registra Rìo de Janeiro obligan a tomar medidas contra los golpes de calor.Lejos de quedarse en casa, como mandan en Europa las autoridades sanitarias, los nativos, sabios en tradiciones, conocen los recursos para sortear las adversidades climatològicas.Los brasileños soportan màs de 40ºC pero, debido al fuerte viento, el efecto cuerpoa sube otros dièz màs en la escala de Celsius.Los cariocas se han lanzado en masa a las playas de Copacabana e Ipanema para capear este pesado arranque del verano austral-muchos de ellos inician ahora sus vacaciones estivales-, pero los que deciden subir al morro de ese cerro llamado Corcovado, a 713 metros de altitud, sobreviven como pueden.A las faldas de la montaña, en la ruta turìstica que asciende hasta el célebre monumento del Cristo Redentor.
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