Felicidad en sepia. De un tiempo en el que èramos felices y no lo sabìamos...la ausencia de cosas nos impedìa verla, la escasez la proporcionaba y atraparla sòlo dependìa de nosotros.La felicidad, cuando la vida era sepia se alcanzaba desde los ojos de los niños, de ¡aquellos niños! Niños impermeables capaces de sudar, sangrar, caminar sin ser 'disueltos' por la lluvia. Niños con piel de pantalòn corto, pero larga imaginaciòn ,capaz de convertir un perro en lobo; una caja, en cabaña, una roca, en castillo; y un niño, en rey.Reyes de pocas pertenencias; chocolatina quincenal, herida de rodilla, linterna, ortiga, goma, chapa de botella, piojo, palo, rotura de ventana, robo de fruta, lanzamiento de zapatilla materna...El niño habilis.Verano eterno. Olor a tierra mojada en septiembre.Recuerdos de color sepia.Monocromo.Como el chocolate, amargo, pero dulce,.Gèrmenes familiares, suciedad protectora, espacio, tiempo, imaginaciòn.Un lugar, un pintor, un lienzo, un color...el sepia.La base de cualquier paleta, la base de cualquier cuatro,la base de cualquier vida.Por què la premiado...Por dar con el color en que se resume todo, al mirar atràs desde nuestra paleta millones de colores ( en cada monitor).
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