lunes, 4 de enero de 2010

Ser ciego en Granada.


Las calles de esta ciudad àndaluza me lleva a pensar que mi corazòn es como la nieve que rodea
mi pensamiento mojado por las dudas que dejarón el amor perdido en el tiempo.Es querer dibujar con lapices solidarios que saludan a la belleza de ser un señor en el Patio de los Leones o solo
buscar el tesoro en nuestra amiga la Alambra un lugar bonito con una decoración de saber perder la cabeza soñando en el cine. Sus calle me parecen como volar entre horizontes que andamos
acompañados de nuestras manos que tocan la belleza ,cayendo como amapolas ciegas en Granada.
Adios los poetas como Federico Garcia Lorca que intentaron salvar a Granada de la soledad de ser ciego sin saber donde estar el final de su amor.

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