sábado, 27 de noviembre de 2010

LA SILLA.


Jonathan apagó la radial con un gesto de malhumor.Llamaban a la puerta.Se preguntó quién coño seria,y por qué seria tan inoportun@.En realidad,en su pensamiento no puso arroba,es licencia del autor.Tampoco usó la @ para exclamar,en voz alta a pesar de estar sólo,"¿quién será el capullo que me interrumpe justo cuando estoy a punto de acabar?"Dejó con cuidado la radial sobre el suelo,tras esperar unos segundos a que se parara el disco.Luego fué a abrir.-Hola,Jonathan.¿Te importaria no hacer tanto ruido?,es que está la niña durmiendo.Era el vecino de abajo,tan pejiguero como siempre.Sólo llevaba diez minutos con la radial,y casi habia acabado ya,pero el muy capullo no aguantaba nunca nada.-Tranquilo,ya casi he acabado.Es que estoy montándome una estanteria. - mintió descaradamente Jonathan,porque el ruido de una taladradora no se parece en nada al ruido de una radial cortando. -Ah,vale.Gracias. - dijo el vecino,que ciertamente era bastante capullo,y no distinguiria el ruido de una radial del barrito de un elefante.-Hasta luego. - le dijo Jonathan,intentando mostrar una sonrisa.Iba a cerrar la puerta cuando se lo impidió el vecino.-Oye,Jonathan.-¿Qué quieres,vecino? - le contestó,volviendo a abrir la puerta,y empezando a considerar la idea de usar también la radial para descuartizar al capullo del vecino.La descartó al pensar en la cantidad de sangre que habria que limpiar después.

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