lunes, 22 de noviembre de 2010

PAPEL ENCONTRADO EN LA COCINA.


Te dejo, yo qué sé,
el fracaso más tierno,
la idea de no verte,
ese pequeño espejo
donde te amé durante
tanto tanto tiempo,
tanto tanto tanto tiempo.

Te dejo la palabra,
el vasito de vino,
esos pasos cansados,
el saberte conmigo,
el morir y vivir
encogido en tus besos,
encogidito en tus besos.

Vendrá la vida a vernos
en el mes del olvido
cuando tiene la tarde
el color del domingo
y sabe la nostalgia
a cuaderno y colegio,
a cuaderno y colegio.

Así que aquí te dejo,
cuando voy al trabajo,
la promesa solemne
de volver a tu lado
aunque esta noche el mundo
se hunda y me desarme,
se hunda y me desarme.

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