Abrí la caja. Hacía un año que no lo hacía. Estaba recubierta de tanto polvo que casi me hace estornudar. Anteriormente había sido una hucha donde mi hermana echaba el poco dinero que le quedaba tras gastarse la paga en chucherías. Hace dos años que es mía y, aunque antes tenía candado, ahora sólo estaba protegida con un fino hilo atado en un lazo. No costaba nada abrirla para ver lo que contenía. Cualquiera podía hacerlo. Dentro, lo primero que encontré fue una foto. Salía sonriendo y abrazada a ese hombre que tanto daño me hizo en su día. Recordé el día que nos hicieron la foto, fue el anterior a hacer dos años juntos. Y en nuestras caras se nos veía claramente la felicidad. Junto a ella, dos fotos carnet de él. Siempre salía serio y arrogante en esas fotos. Me debí imaginar que en realidad siempre fue así. Aparecieron también dos alianzas de plata, carcomidas por el tiempo, ennegrecidas, en las que a penas se podía leer la fecha del 09-09-2000 y unos pendientes que nunca me los llegué a poner porque llevaban consigo demasiados malos recuerdos. Creo que la gente no se atreve a desacerse de los objetos que han significado algo en su vida porque aún no se atreven o no están preparados para romper del todo con el pasado. Miré el ceninero de mi cuarto, todo lleno de cenizas y colillas, y sonreí. Volví a cerrar la caja, ahora limpia y vacía. Ya estaba preparada para guardar nuevos recuerdos, unos nuevos recuerdos de una nueva vida. Foto del árbol de navidad estamos cerca de la navidad y las cajas de regalos uh que bonito.
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