lunes, 29 de noviembre de 2010

LAS MANDARINAS./TRES SIN SER TRIÁNGULO.


TÍTULO: LAS MANDARINAS.Las mandarinas se abren como las flores, las flores como las nubes en un cielo azul, el cielo azul se vuelve agua cuando está triste y se esconde detrás de grisaseas particulas de viento. El viento es más fuerte y me da la mano, para salir volando, montarme en un globo inventado y sonreir arriba del sol.
TÍTULO: TRES SIN SER TRIÁNGULO.
Foto de las mandarinas pero con los tres triángulos de ver que están muy ricas.
Tres. Fueron dos, pero mejor tres. Dos es muy poco, es par, es división, es clasificar, por eso, mejor tres. Uno, dos y tres estribos, columnas, o pilares, tres femeninos o tres masculinos, tres bloques o tres locas, tres sosteniéndose entre sí, carcomiéndose los sentimientos entre, sobre y a través, recorriendo los estados de un lado a otro. Tres, pasionales, sentimentales, delirantes, racionales o vulnerables. Tres combinados. Una, dos y tres, y se suelta una tela de significaciones en cada pilar, en cada boca soplando palabras sutiles y penetrantes, en cada alegato, grito silencioso, mordedura de labios, muestra de dientes, o guiño de ojo. TRES. Finales en una trenza donde los tres, están juntos por una misma atracción. Atracción diferida en partes no-iguales, partes no-definidas. Tres, perdidos en un espacio de lentitud placentera, de recuerdos incesantes. Tres, sin forma ni condición, recubiertos de un rojo perpetuo, sobretodo humano.

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