viernes, 26 de noviembre de 2010

LAS CASTAÑAS DEL FRÍO.


Los castaños pintan de tonos verdes, amarillos y ocres el Barranco de las Cinco Villas, la puerta de acceso al Valle del Tiétar desde la vertiente norte de la Sierra de Gredos. Cobijados a los pies de las montañas y supervivientes del incendio devastador de julio de 2009, estos árboles dejan caer los erizos que todavía hoy recogen más de 190 familias de la zona, que dedican buena parte del otoño a cosechar castañas. Este año, la campaña se cierra con más de 150.000 kilos en Cuevas del Valle, municipio castañero por excelencia.Foto de un curucho de castañas ricas y sabrosas.En la calle de Santana de Castuera se pone todos los jueves por la tarde unos vendedores de castaña al lado del bar la Perla Negra.

En la cooperativa El Castañar la actividad es constante estos días. En la recta final de la temporada de castañas, las mujeres —que son las que se suelen encargar del trabajo en la nave para la clasificación, pesaje y envasado de la castaña— se afanan en recoger la carga de los cooperativistas, procesarla y envasarla. Pasan los sacos por el rodillo de escogido, meten las castañas en sacos, pesan y registran. Sin descanso.

Este año ha sido bueno. Se superarán los 150.000 kilos de castañas, casi un 60 por ciento más que en el año anterior, cuando el incendio del Valle del Tiétar afectó a los castaños y mermó la producción, que no pasó de los 80.000 kilos

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