TÍTULO: LOS RELOJES DE LA VIDA. Voy luchando con el tiempo que me espera con los relojes marcando el camino cruzado entre fronteras para salvar al cielo. Los días son como aviones de volar sin pedir la hora de llegada al destino. El se fue sin pedir la hora de la vida para demostrar sus grandes maneras convertidas en lágrimas nacidas entre besos enamorados.
TÍTULO: LOS 13 RELOJES.El malvado duque del castillo del Ataúd vive allí con su sobrina, la bella Saralinda. Los trece relojes del castillo se han detenido a las cinco menos diez. Tras muchos intentos de hacerlos funcionar, el duque ha decidido que ha matado al Tiempo.
Varios pretendientes han pedido la mano de la princesa Saralinda, pero a todos el duque les ha impuesto pruebas imposibles de superar y, cuando fracasan, los mata con su estoque y se los da a comer a sus gansos. En ocasiones los mata por tonterías como mirarle demasiado los guantes o dejar caer una cuchara. Es un duque muy malvado.
Saralinda está a punto de cumplir 21 años cuando un misterioso trovador llamado Xingu llega a la ciudad bajo el castillo. El trovador consigue que le dejen entrar en el castillo cantando una canción satírica sobre el duque, que monta en cólera y le hace arrestar, pues odia tanto las canciones satíricas como los nombres que comienzan por X. Antes de que se lo lleven los guardias, un anciando con un gorro indescriptible que se llama a sí mismo "el Gólux" aparece y promete al trovador que le ayudará a conseguir a la princesa.
El Gólux admite que se le olvidan muchas cosas y se inventa muchas otras, pero que por lo general está "del lado de los buenos" y aconseja al trovador como tratar al duque. Luego se desvanece misteriosamente y los guardias arrestan al trovador. El duque, en lugar de matar al trovador directamente, decide ponerle una prueba imposible de superar y lo envía a la mazmorra mientras piensa qué prueba será. En la mazmorra el trovador vuelve a encontrarse con el Gólux, que aparece diciendo que se ha olvidado de decirle algo importante. Le pide que convenza al duque de que le envíe a buscar mil joyas, pues ha descubierto que el trovador es Zorn de Zorna, hijo del rey de Zorna, cuyos cofres rebosan de gemas y diamantes. En 99 días puede ir a su país, tomar las joyas y regresar.
El duque, sin embargo, ha descubierto quién es Zorn y en lugar de 99 días para conseguir las mil joyas, le concede sólo 99 horas y además le exige que regrese cuando los relojes que ya no dan nunca la hora, den las cinco. Cuando parte, la princesa le lanza a Zorn una rosa desde su ventana.
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