Aquella noche el miedo del cielo entre mis huesos parece como cuchillos hacia la muerte. Al levantarme me voy con ojos que descubre momentos de belleza imaginados hacia aventuras caminadas a los mares. El agua es reflejo de los ojos indicado que todo pertenece a la luna, o los perdidos de la noche. La música dice sin palabras adiós a los ojos de la noche con una ternura nunca vista para andar entre manos mojadas por una gran nevada.
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