miércoles, 20 de octubre de 2010

HISTORIA REAL EN UNA COLONIA AFRICANA.


Poco suele hablarse de la presencia de africanos y afrodescendientes en Chile cuando se enseña el período de la Colonia en las escuelas. Siguiendo las afirmaciones de Diego Barros Arana, la típica mención que se hace es que no se adaptaron al clima chileno y que, por lo tanto, el número que llegó a partir del siglo XVI al país fue escaso, a pesar de que las cifras indican que en el siglo XVII, el 25 por ciento de la población de Santiago fue descrita como "morena", "parda" o "mulata" en sus partidas de bautismo.

Sin embargo, esa tajante explicación no sólo se convirtió en la versión oficial en los colegios, sino además hizo que las generaciones posteriores de historiadores no le prestasen mayor importancia al tema de las minorías de origen africano, tanto esclavas como libres. Si bien "Guillermo Feliú Cruz, Rolando Mellafe y Gonzalo Vial habían examinado aspectos de la trata, las normativas y la abolición de la esclavitud, muy pocos habían extendido esas exploraciones iniciales", escribe la historiadora Celia L. Cussen en el prólogo de "Huellas de África en América: Perspectivas para Chile". Una obra que compila una serie de novedosas ponencias presentadas en 2007 en un coloquio en la Universidad de Chile.

El inédito encuentro -donde expusieron algunos de los investigadores más connotados en la materia, como el reconocido historiador estadounidense Herbert S. Klein y Carmen Bernand, profesora de la Universidad París-oeste Nanterre- fue el primer acercamiento formal a nivel de academia en Chile al tema de la presencia de africanos, lo que permitió la apertura de un campo de investigación hasta ahora muy poco explorado, aun cuando Chile tiene el mérito de haber sido uno de los países pioneros en la abolición de la esclavitud en 1823.

No hay comentarios:

Publicar un comentario