TÍTULO: VISTO PARA SENTENCIA.Un ambicioso abogado trata de convencer a su cliente para que se declare inocente del asesinato de tres personas a las que el acusado consideró culpables de la muerte de su hijo. Sin embargo, su cliente se reconoce autor de los crímenes y quiere asumir las consecuencias de su delito, lo que puede suponer un grave problema para la brillante carrera del abogado y sus ambiciones políticas. TÍTULO EL SOMBRERO DE 3 PICOS.El viejo corregidor de una pequeña ciudad española, se ha fijado en la señora Frasquita, hermosa mujer y esposa del molinero tío Lucas, quien tolera su corte para facilitar la carrera de su sobrino.El corregidor para correr la aventura sin peligros, envía una noche un alguacil a lo del tío Lucas con la orden de presentarse y lo hace encerrar en un calabozo, en medio de este episodio, aprovecha la ocasión por él creada y se dirige al molino, pero cae en un hoyo y se presenta ante la esposa del molinero, chorreando agua y lodo, pero con el nombramiento de su sobrino y su propia declaración de amor.
Frasquita, comprende el engaño en que han caído ella y su esposo, le rechaza y corre a la ciudad, en busca de su marido. Éste, entre tanto, consigue huir de la cárcel y se dirige al molino.Allí encuentra la ropa del corregidor, que ha sido puesta a secar junto al fuego y creyéndose traicionado, se pone los vestidos del viejo corregidor y se dirige a la casa de éste, decidido a pagarle con el mismo precio: seduciendo a su esposa.Pero tampoco él puede conseguir tal cosa, pues la corregidora creyendo que era su propio marido, que venía de alguna aventura amorosa fuera del hogar, lo deja sin poder entrar a la casa.
Al fin se aclaran los equívocos y los dos maridos se quedan con los reproches de sus respectivas esposas.
Frasquita, comprende el engaño en que han caído ella y su esposo, le rechaza y corre a la ciudad, en busca de su marido. Éste, entre tanto, consigue huir de la cárcel y se dirige al molino.Allí encuentra la ropa del corregidor, que ha sido puesta a secar junto al fuego y creyéndose traicionado, se pone los vestidos del viejo corregidor y se dirige a la casa de éste, decidido a pagarle con el mismo precio: seduciendo a su esposa.Pero tampoco él puede conseguir tal cosa, pues la corregidora creyendo que era su propio marido, que venía de alguna aventura amorosa fuera del hogar, lo deja sin poder entrar a la casa.
Al fin se aclaran los equívocos y los dos maridos se quedan con los reproches de sus respectivas esposas.
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