El 4LTrophy reúne a 2.400 estudiantes a bordo de viejos R4 ,foto.
Más de un millar de Renault 4 pilotados por universitarios atraviesan España para tomar parte en un rally en Marruecos.
Si se topa estos días con una caravana de Renault 4 (R4) mientras conduce, igual le asalta la duda y tiene la tentación de pellizcarse para ver si está soñando o se ha colado sin darse cuenta en algún túnel del tiempo. Aunque todavía queda algún que otro ejemplar en activo, el 'cuatro latas' es ya un modelo en vías de extinción en la red viaria española. Si ver alguno aislado empieza a ser ya poco frecuente, qué decir cuando uno se cruza con cientos de ellos circulando ordenadamente en fila india. ¿Un espejismo, una jugarreta de la vista cansada? Pues no. Los 1.200 Renault 4 que a partir de hoy empezarán a atravesar la península rumbo a Algeciras son los protagonistas de una singular carrera, el 4L Trophy, que este año cumplirá su decimocuarta edición.
En realidad el término carrera no es el más adecuado para definir el 4L Trophy. Para empezar, los participantes no son pilotos profesionales, sino simples estudiantes que tienen entre 18 y 28 años. Y está claro que los coches tienen poco que ver con los prototipos que surcan como relámpagos las dunas en rallyes como el Dakar o el de los Faraones. Por no tener, el modesto 4L no tiene ni siquiera tracción a las cuatro ruedas, lo que no quiere decir que sea torpe en un terreno exigente como el desierto. Al contrario, su ligereza -pesa algo más de 600 kilos, la mitad que un utilitario actual- lo convierte en una máquina ideal para transitar por pistas de arena e incluso modestas dunas siempre que esté equipado con unos buenos neumáticos de tacos.
No es de extrañar que el francés Jean-Jaques Rey, un habitual de los rallis africanos, pensase en el 4L cuando en 1996 concibió la idea de organizar una competición que recuperase el espíritu de las primeras ediciones de la París-Dakar. El veterano modelo de Renault resultaba asequible a todos los bolsillos y tenía acreditada una fiabilidad legendaria. Rey no consiguió reunir más de seis 'cuatro latas' en la primera edición de la carrera, celebrada en 1998, pero diez años después el número de participantes se había multiplicado por cien. A día de hoy el 4L Trophy se ha convertido en todo un fenómeno sociológico entre los estudiantes de media Europa y sus organizadores se han visto obligados a limitar el número de coches que toman la salida, que este año serán 1.200.
Más de un millar de Renault 4 pilotados por universitarios atraviesan España para tomar parte en un rally en Marruecos.
Si se topa estos días con una caravana de Renault 4 (R4) mientras conduce, igual le asalta la duda y tiene la tentación de pellizcarse para ver si está soñando o se ha colado sin darse cuenta en algún túnel del tiempo. Aunque todavía queda algún que otro ejemplar en activo, el 'cuatro latas' es ya un modelo en vías de extinción en la red viaria española. Si ver alguno aislado empieza a ser ya poco frecuente, qué decir cuando uno se cruza con cientos de ellos circulando ordenadamente en fila india. ¿Un espejismo, una jugarreta de la vista cansada? Pues no. Los 1.200 Renault 4 que a partir de hoy empezarán a atravesar la península rumbo a Algeciras son los protagonistas de una singular carrera, el 4L Trophy, que este año cumplirá su decimocuarta edición.
En realidad el término carrera no es el más adecuado para definir el 4L Trophy. Para empezar, los participantes no son pilotos profesionales, sino simples estudiantes que tienen entre 18 y 28 años. Y está claro que los coches tienen poco que ver con los prototipos que surcan como relámpagos las dunas en rallyes como el Dakar o el de los Faraones. Por no tener, el modesto 4L no tiene ni siquiera tracción a las cuatro ruedas, lo que no quiere decir que sea torpe en un terreno exigente como el desierto. Al contrario, su ligereza -pesa algo más de 600 kilos, la mitad que un utilitario actual- lo convierte en una máquina ideal para transitar por pistas de arena e incluso modestas dunas siempre que esté equipado con unos buenos neumáticos de tacos.
No es de extrañar que el francés Jean-Jaques Rey, un habitual de los rallis africanos, pensase en el 4L cuando en 1996 concibió la idea de organizar una competición que recuperase el espíritu de las primeras ediciones de la París-Dakar. El veterano modelo de Renault resultaba asequible a todos los bolsillos y tenía acreditada una fiabilidad legendaria. Rey no consiguió reunir más de seis 'cuatro latas' en la primera edición de la carrera, celebrada en 1998, pero diez años después el número de participantes se había multiplicado por cien. A día de hoy el 4L Trophy se ha convertido en todo un fenómeno sociológico entre los estudiantes de media Europa y sus organizadores se han visto obligados a limitar el número de coches que toman la salida, que este año serán 1.200.
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