Abel Tasman es el nombre de un navegante holandés, el primero en avistar la isla de Nueva Zelanda allá por el siglo XVII, y hoy es el nombre de uno de los trece Parques Nacionales de Nueva Zelanda, situado en el norte de la isla sur entre la Bahía Tasmán y la Bahía Golden. Esta zona estaba habitada por el pueblo maorí, y con la llegada de los europeos hubo muchos enfrentamientos que dejaron miles de víctimas por ambos lados.
Anoche dormimos en el pueblo de Motueka a 17 kms del Parque, aunque puedes acampar más cerca en el pueblo de Marahau, y esta mañana hemos realizado parte de un clásico sendero “The Coastal Track”, de 52 kms que bordea la costa del Parque. Este sendero está preparado con zonas de acampada (que se deben ser reservados previamente en cualquier época del año www.doc.govt.nz).
Nuestra sorpresa ha sido al enterarnos que esta parte del Parque solo puede recorrerse andando, y hemos tenido que dejar nuestra bicicletas aparcadas.
Además de caminando (gratis), hay muchas formas “turísticas” de recorrer el Parque: en kayak (90 euros), en watertaxi (15 euros) o en helicóptero (mejor ni decirlo…); Nueva Zelanda es el país de los “folletos turísticos”, nada más llegar al aeropuerto, uno tiene información de las “mil actividades que se pueden realizar a lo ancho y largo del país” o de los diferentes tipos de alojamientos y transportes a través de estos impresos.
Hemos realizado unas 4 horas de recorrido (entre ida y vuelta), los paisajes costeros se sucedían entre los espesos bosques con olor a la primavera que está comenzando.
Mañana seguimos nuestra ruta camino de los glaciares Fox y Franz Josef situados en la costa oeste, para ello nos tomaremos dos días haciendo parada en Greymonth a mitad del camino, donde seguro nos seguirán acompañando preciosos paisajes.
Anoche dormimos en el pueblo de Motueka a 17 kms del Parque, aunque puedes acampar más cerca en el pueblo de Marahau, y esta mañana hemos realizado parte de un clásico sendero “The Coastal Track”, de 52 kms que bordea la costa del Parque. Este sendero está preparado con zonas de acampada (que se deben ser reservados previamente en cualquier época del año www.doc.govt.nz).
Nuestra sorpresa ha sido al enterarnos que esta parte del Parque solo puede recorrerse andando, y hemos tenido que dejar nuestra bicicletas aparcadas.
Además de caminando (gratis), hay muchas formas “turísticas” de recorrer el Parque: en kayak (90 euros), en watertaxi (15 euros) o en helicóptero (mejor ni decirlo…); Nueva Zelanda es el país de los “folletos turísticos”, nada más llegar al aeropuerto, uno tiene información de las “mil actividades que se pueden realizar a lo ancho y largo del país” o de los diferentes tipos de alojamientos y transportes a través de estos impresos.
Hemos realizado unas 4 horas de recorrido (entre ida y vuelta), los paisajes costeros se sucedían entre los espesos bosques con olor a la primavera que está comenzando.
Mañana seguimos nuestra ruta camino de los glaciares Fox y Franz Josef situados en la costa oeste, para ello nos tomaremos dos días haciendo parada en Greymonth a mitad del camino, donde seguro nos seguirán acompañando preciosos paisajes.
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