lunes, 21 de marzo de 2011

Corazón de piedra.


No voy a saber tocarte.
Cuando no tenga que arrancarme las manos
y soldarlas a las alas de los pájaros que más vuelan
para poder tocarte,
cuando tu tacto sea rehén y cómplice de mi boca
y estés tan cerca de mí como yo de la ignorancia:
te romperás, te derretirás, te arrugaré, te...
Siendo tú de aire y yo de plomo, no,
no sé si sabré tocarte.
Asomado a la ventana, el viajero
calcula cuántas vidas se ha perdido
por estar viviendo justo ésta
Olvida lo que soy y he sido,
olvida lo que somos.
Hijo, sé lo que serás.
Corazón de piedra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario