jueves, 31 de marzo de 2011

EL REGALO SORPRESA.


He comprado estas fresas para ti. Pensé traerte flores, pero vi a una muchacha que mordía fresas en plena calle, y el jugo espeso y dulce corría por sus labios de tal modo que sentí que su ardor y avidez eran como los tuyos, imagen misma del amor. Hemos vivido años luchando por vientos acres, como soplados de las ruinas; mas siempre hubo una fruta, la más sencilla, y hubo siempre una flor. De modo ue aunque no sean lo más importante del universo, yo sé que aumentarán el tamaño de tu alegría lo mismo que la fiesta de esa nieve que cae. Nuestro hijo la disuelve sonriente entre los dedos como debe hacer Dios con nuestras vidas. Nos hemos puesto abrigos y botas, y nuestras pieles rojas y ateridas son otra imagen de la Resurrección. Criaturas de las diásporas de nuestro tiempo, ¡oh Dios, danos la fuerza para proseguir!

1 comentario:

  1. Los regalos son sorpresa de esta gran vida de alegria y tristezas.

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