SON COSAS QUE SUCEDEN EN LA CALLE.

Son curiosas las cosas que se pueden observar a través de la ventanilla de un coche. A las puertas de Julio, en mitad de un atasco...En la acera de la izquierda, una mujer miraba hacia un edificio. Hacia las ventanas.
Estaba apoyada en un muro, y no dejaba de mirar con una expresión amigable y ensimismada en dirección a las ventanas, como si pudiese tener algún tipo de comunicación con ellas. No era algo circunstancial, no se había apoyado allí por casualidad, o porque necesitase descansar por el calor. Estaba allí mirando como quien espera a que alguien salga. En sus ojos había un anhelo tan intenso y una expresión de devoción tan clara que me resultó inevitable fijarme en ella...Sonreía y esperaba, allí apoyada, con su camiseta de tirantes. Sola.
No sé si se trataba de alguien con cierto desquilibrio o realmente, esa chica esperaba algo o a alguien de verdad. Quizás ese alguien existiese, y bajase para que ella pudiese decirle: "Ven, te invito a desaparecer un ratito del mundo.