No te lloro a ti...
ni a el! ¡ni a nadie!
ni a esta maldita soledad, que me atraganta
pero si, al silencio, que me traga sin palabras
es ahí, donde deambulan mis sentires
en las horas de nostalgia...
el sentimiento echo nudo en la garganta
y este deseo de romper con todo, y nada
lentas las horas, minutos trascurren...pasan
y van dejando rastros, en mi cara
surcando la comisura de los labios
mis lágrimas...cantan
una canción de cuna, para mis anhelos fallidos
y me mecen en silencio de minutos perdidos
son abrigo
a la falta de tus brazos, soy mendigo... cielo~
no! no culpen a nadie de mi muerte
decía en un papel garabateado a lápiz
con rasgos rojizos encendidos
de la sangre que emanaba de su herida
era su adiós, a la vida, a las acciones
tardía era la pasión que reclamaba
y le quemaba la piel y los instintos
denotaba su dolor en ese escrito
ni a el! ¡ni a nadie!
ni a esta maldita soledad, que me atraganta
pero si, al silencio, que me traga sin palabras
es ahí, donde deambulan mis sentires
en las horas de nostalgia...
el sentimiento echo nudo en la garganta
y este deseo de romper con todo, y nada
lentas las horas, minutos trascurren...pasan
y van dejando rastros, en mi cara
surcando la comisura de los labios
mis lágrimas...cantan
una canción de cuna, para mis anhelos fallidos
y me mecen en silencio de minutos perdidos
son abrigo
a la falta de tus brazos, soy mendigo... cielo~
no! no culpen a nadie de mi muerte
decía en un papel garabateado a lápiz
con rasgos rojizos encendidos
de la sangre que emanaba de su herida
era su adiós, a la vida, a las acciones
tardía era la pasión que reclamaba
y le quemaba la piel y los instintos
denotaba su dolor en ese escrito
No hay comentarios:
Publicar un comentario