Al final busco la aroma que nos regala el planeta azul como los mares paralelos entre miedos opuestos por los tiburones o cocodrilos persiguiendo mis pies. El pez martillo aparece como sorpresa de saber que salvara mi corazón del tiburón y el cocodrilo. Debemos dar las gracias a este animal pensado en tener una gran sensibilidad hacia mi aventura escrita sobre el planeta azul. Al nadar miro como sigue mis pasos como el gran guardián del mar mostrado una libertad muy bonita con el pez martillo. Entre rincones me voy de esta vida refugiado en una facilidad para empezar a llorar en conocer a este mundo tan maravilloso que estudio en cada minuto sobre mi gran amigo el pez martillo. Solo al salir de mar siento un vació muy grande que no sigo en comprender como este mundo tan bello de vivir con los peces. Pero mi vida también corre peligro.
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