Da igual el estado de la mar.
Da igual el origen del viento.
Da igual las veces que haya que reparar los cabos rotos después de los dioses saben cuántas tormentas.
Da igual que separen ciento cincuenta millas como navegar a la par.
Da igual el color de los gallardetes que cuentan a las olas las alegrías celebradas y las penas ahogadas con el mismo ron.
Da igual. Todo da igual.
Seis meses, varias galernas, pocas encalmadas, alguna bandera negra, más de otra vela arriada, una vía de agua precariamente sellada y muchos vuelos de paloma mensajera después,
El y La Navegante han vuelto a compartir mesa y mantel.
Como si hubiese sido ayer.
¡Siga siendo este el primer día de todos los que vendrán!"
Da igual el origen del viento.
Da igual las veces que haya que reparar los cabos rotos después de los dioses saben cuántas tormentas.
Da igual que separen ciento cincuenta millas como navegar a la par.
Da igual el color de los gallardetes que cuentan a las olas las alegrías celebradas y las penas ahogadas con el mismo ron.
Da igual. Todo da igual.
Seis meses, varias galernas, pocas encalmadas, alguna bandera negra, más de otra vela arriada, una vía de agua precariamente sellada y muchos vuelos de paloma mensajera después,
El y La Navegante han vuelto a compartir mesa y mantel.
Como si hubiese sido ayer.
¡Siga siendo este el primer día de todos los que vendrán!"
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