jueves, 3 de febrero de 2011

LAS NUBES DE LA TORRE ROJA.


Qué te acongoja mientras que sube
del horizonte del mar la nube,
negro capuz?
Tendrán por ella frescura el cielo,
pureza el aire. verdor el suelo,
matiz la luna.
No tiembles. Deja que el viento amague
y el trueno asorde y el rayo estrague
campo y ciudad;
tales rigores no han de ser vanos…
¡Los pueblos hacen con rojas manos
la Libertad!
La nube más blanca
sale de paseo.

Parece una oveja,
parece un cordero,
parece un caballo
sin su caballero.

Se estira, y parece
un ancho pañuelo.

Se encoge, y parece
tan sólo un recuerdo.

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