viernes, 4 de marzo de 2011

BREVE QUE TE QUIERO BREVE ENTRE DEDOS.


Riesgo es cegar la fe de los pulmones,
sumergirse en el mar
y ser del agua.

Riesgo es sacar los ojos a la luna,
devorar las estrellas
y ser de luz.

Riesgo es lanzar a la muerte a los leones
y morirse de vida
y no parar.
Demora de mis dedos en tu cuello,
en tu perfil clavado en mi mejilla,
demora de mi cuerpo entre tus brazos,
de mi piel elevada a tus pupilas.
Acércame a la altura que no encuentro;
prendida estoy. Y estoy casi vencida:
a rama de tu amor, casi hoja muerta,
en pleamar, adiós, casi ceniza.
No hay amor sobre el fuego
que guarece tu voz
en la garganta,
ni dedos de mesura
que engarcen nuestras perlas
en un hilo.


No hay luces en la aurora
tan sólo noche,
no hay labio sobre el labio
enardecido,
ni secreto a guardar,
ni lumbre eterna
sobre este cuerpo abierto
hacia tu cuerpo.


Hay ansia en las manos,
ramaje desleído,
alma enferma de apego
y un octubre imposible,
desmayo en amarillos,
esclavo de los vientos
que a las hojas dan muerte
con un beso sin mácula,
sin tacto.

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