lunes, 14 de marzo de 2011

HACE NADA QUE HEMOS TASPASADO EL UMBRAL.


Hace nada que hemos taspasado el umbral del día tres. La televisión de mi salón encendida, como una llamada a la normalidad mientras el perro del vecino ladra quizá a la luna. He paseado ésta noche, desde hace un par de horas por ciudades fantásticas, por hoteles imposibles. He acariciado el libro de Sípán ilustrado por Sanmartín, Guía de hoteles inventados y he deseado por primera vez en mi vida robar un libro público, acercarme mañana a la biblioteca y cambiar libro por dinero. Arrancarle la etiqueta y hacerlo mío. Porque si fuese mío, arrancaría un lápiz de mi estuche y me pondría a subrayar cien frases que me han llevado a cien libros y a cien imágenes concentradas todas dentro de sus páginas. Si fuese mío, acariciaría sus dibujos un rato más, intentando encontrar ese borde que me permitiese sacarlos de su encierro y colgarlos en mi pasillo como un puzle de imágenes imposibles. Pero como no es mío, habré de devolverlo y esperar que me consigan un ejemplar. Y he de quedarme sin subrayar, como un espectador de película que sale con una sensación pero sin tener nada.


¿Quieren acompañar a Ludovic Sindone? Hagánse con un libro, poséanlo, acaricien sus páginas, lastimenlo con lápices de colores y quedénse con la imagen de hoteles imposibles, manos de Rachmaninov, la almohada manchada de Chejov, pañuelos de Oscar Wilde, amantes, duelos, hombres elefantes...y sobre todo huida eterna huyendo de la nada, quizá del tiempo .
Comienza un nuevo día y yo, tranquila, dormiré. Quizá sueñe con coches alados o puentes que unen ciudades, no importa... ¿ustedes con qué sueñan?

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