El camino del mar es como mirar las gaviotas del viento sin besar al cielo de una vida tan bonita que cruzara fronteras separadas por la lluvia. La gaviota cazara a los peces del mar o de los ríos, aprendiendo el vuelo hacia otras aventuras del mundo. Las manos las tengo muertas del frió pero mis zapatos buscaran la belleza de las gaviotas para guiar el camino a casa. Pero sus alas son blancas y su cuerpo también, pero la gaviota es más bonita viéndola volando entre árboles movidos por el gran viento.En la foto vemos una gaviota blanca con las alas en movimiento en una rama de un olivo. Solo me queda decir adiós a las gaviotas del viento.
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