Los intentos por construir una nueva iglesia que sustituyera la ruinosa y mal ubicada Parroquia del Cerrillo datan de finales del siglo XVII. En 1689 el concejo informa al Consejo de las Órdenes “que dicha iglesia está fuera de dicha villa en lo alto de una questa muy penosa y agria por cuya causa no la frequentan ni asisten a los dibinos ofizios siendo tan corta y poco capaz que en las ocasiones de fiestas y concursos no puede recibir la gente. Prosigue esta declaración denunciando el robo que se cometió en 1670 en la iglesia: “yporestaren despoblado el año pasado de mill seiscientos y setenta la robaron y lleba ron una lámpara de plata de Nuestra Señora de la Soledad, los vestidos y muchas alajas considerables de Nuestra Señora del Rosarid’. La mala situación ha dejado el edificio casi en ruinas, habiéndose hundido últimamente la torre: “yporamenazar ruina la torre de dicha yglessia se vajaron las campanas ypusieron sobre una peña en donde se ha roto una y aora con las aguas y mal temporal se a undido dicha torre hasta los cimientos y ha vierto una brecha en la pared de la yglessia de suerte que como está en alto la combaten muchos aires por cuya causa no puede ha ver luz que alumbre al Santísimo Sacramentd’.
En determinación, todo lo que de valor había en la iglesia se llevó a las casas particulares de los mayoidomos, incluyendo las imágenes, que se trasladaban de nuevo a a iglesia en cada oficio: “y por temor de que no la asalten y lleben las pocas ala jas que an
quedado, éstas y las ymájenes sean repartido en casa de los mayordomos siendo preziso llebar todos los días de sus casas los cálizes, cruzes, vinajeras y todos los demás hornamentos”. Ante tal penuria, el concejo de la villa suplica la edificación de un nuevo templo, cuya construcción en la plaza será más beneficiosa e incluso económica que la reparación de la vieja iglesia del Cerrillo: “y por que estando como está en despoblado será muy comben/ente que en la plaza pública de dicha villa donde ay sitio competente o donde pareziese se fabrique yglessia de nuevo pues dicha fábrica tendrá mucho menos costa que el reparo de dicha yglessia’. Tal decisión no se tomaría hasta medio siglo después. Foto sueltas del pueblo de Castuera.
El Concejo del Ayuntamiento se manifestaría varias veces a lo largo de los primeros años del S. XVIII a favor de una nueva Iglesia, en parte comprendiendo el revulsivo económico que supondría su construcción. Por ejemplo, miembros del mismo Concejo, verían cierto negocio en el acarreo de materiales si el Juez Protector de Iglesias accedía al libramiento de las obras. Finalmente, conocemos para 1742 la primera contrata para su construcción tentada por maestros alarifes de Córdoba en unos 440.000 reales. Algunos años después dicha tentativa sería desestimada por la del maestro alarife de Don Benito, Francisco Díaz, que junto con su socio de Castuera D. Juan Morillo Valdivia, acabarían quedándose con su construcción al rebajar para 1750 la cifra anterior en 100.000 reales.
En determinación, todo lo que de valor había en la iglesia se llevó a las casas particulares de los mayoidomos, incluyendo las imágenes, que se trasladaban de nuevo a a iglesia en cada oficio: “y por temor de que no la asalten y lleben las pocas ala jas que an
quedado, éstas y las ymájenes sean repartido en casa de los mayordomos siendo preziso llebar todos los días de sus casas los cálizes, cruzes, vinajeras y todos los demás hornamentos”. Ante tal penuria, el concejo de la villa suplica la edificación de un nuevo templo, cuya construcción en la plaza será más beneficiosa e incluso económica que la reparación de la vieja iglesia del Cerrillo: “y por que estando como está en despoblado será muy comben/ente que en la plaza pública de dicha villa donde ay sitio competente o donde pareziese se fabrique yglessia de nuevo pues dicha fábrica tendrá mucho menos costa que el reparo de dicha yglessia’. Tal decisión no se tomaría hasta medio siglo después. Foto sueltas del pueblo de Castuera.
El Concejo del Ayuntamiento se manifestaría varias veces a lo largo de los primeros años del S. XVIII a favor de una nueva Iglesia, en parte comprendiendo el revulsivo económico que supondría su construcción. Por ejemplo, miembros del mismo Concejo, verían cierto negocio en el acarreo de materiales si el Juez Protector de Iglesias accedía al libramiento de las obras. Finalmente, conocemos para 1742 la primera contrata para su construcción tentada por maestros alarifes de Córdoba en unos 440.000 reales. Algunos años después dicha tentativa sería desestimada por la del maestro alarife de Don Benito, Francisco Díaz, que junto con su socio de Castuera D. Juan Morillo Valdivia, acabarían quedándose con su construcción al rebajar para 1750 la cifra anterior en 100.000 reales.
El domingo 15 de mayo del 2011 se celebra en Castuera la Romería de San Isidro la gente va de campo, carrozas, caballos, La Romería de San Isidro se celebra en un lugar donde hay muchas encinas, también la noche antes hay casetas para los jóvenes y fiesta.
Algunos de los hechos que rodearon su accidentada obra ofrecen aspectos novedosos sobre las actividades y relaciones de ciertos grupos sociales en la lenta recuperación económica del XVIII. Así, la familia antes mencionada de los Morillo Valdivia.
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