sábado, 30 de abril de 2011

REVISTA MUJER HOY COM RACHEL WEISZ.ACTRIZ.



Rachel Weisz:Foto "A los 30 empecé a saber quién era",.

Rachel Weisz sale del estudio fotográfico donde se están realizando unas fotos, en Nueva York, a paso ligero, envuelta en una gabardina. Tiene prisa porque le gustaría coger el primer vuelo para Los Ángeles, donde la esperan por la noche. En lugar de hacer la entrevista en el café donde estaba concertada, nos pide que sea en el taxi que la conduce hasta el aeropuerto J. F. Kennedy. Alguien le entrega una bolsa de viaje y ella se acurruca en el asiento de atrás del coche. Lleva el cabello liso y su bello rostro, siempre pálido, todavía muestra el maquillaje para las fotos.

Suena su móvil. La breve conversación que mantiene culmina con un dulce y encantador “I love you”. Discreta desde su Oscar a la mejor actriz secundaria en “El jardinero fiel”, en 2006, la actriz inglesa acaba de rodar el thriller de Jim Sheridan, “Dream House”, con su compatriota Daniel Craig. Se muestra distraída, lacónica, un poco lejana. Se disculpa: “Una sesión de fotos requiere mucha concentración. Creo que necesitaré un momento para relajarme”.

El tráfico es fluido a pesar de la tormenta de nieve que acaba de tapizar la ciudad. El coche corre por la autopista. La conversación adopta un tono cálido, pero Rachel Weisz mantiene intacto todo su misterio. Nos lo explica así: “Los vestidos, la alfombra roja, la promoción, forman parte de la profesión, pero es como un disfraz. Esa no es mi identidad. Por un lado, está mi imagen y, por otro, mi vida privada. He elegido protegerla: soy actriz, no una famosa”. Intentaremos aclarar qué esconde.
Una intelectual en Hollywood.

Si los americanos la describen como la belleza intelectual, no es solo por haberla visto en el papel de una bibliotecaria sexy en la taquillera “La Momia”. Rachel Weisz creció en Londres, en una familia de inmigrantes judíos procedentes de la Europa central (su padre es húngaro; su madre, italo-austríaca).

Su madre es profesora y psicoterapeuta. Su padre, ingeniero industrial, es el inventor de un respirador artificial que aún se utiliza en los hospitales. “Mis padres no eran los típicos burgueses ingleses. En casa, el tono que se respiraba era más teatral, un poco histérico incluso, al estilo de las obras de Tennessee Williams. Por eso me siento tan a gusto en su universo dramático. Para mí, es casi como volver a casa”. Su madre, a quien le habría gustado ser actriz, la animó a lanzarse a ese mundo, primero como modelo, desde la adolescencia.

Su padre, sin embargo, le exigía que cursara estudios superiores. Se decantó por la Universidad de Cambridge, donde eligió la Literatura inglesa y fundó una compañía de teatro experimental, los Talking Tongues, para la que fue coautora e intérprete de ocho obras. “Estábamos influenciados por el expresionismo, el mimo, las técnicas de improvisación”, recuerda.

1 comentario:

  1. Rachel ha trabajado con los mejores cineastas del planeta. Con Alejandro Amenábar rodó “Ágora”, encarnando a la filósofa, astrónoma y matemática Hipatia de Alejandría. También ha trabajado con el brasileño Fernando Meirelles, el neozelandés Peter Jackson, y los estadounidenses Terrence Malick y Darren Aronofsky (el padre de su hijo, del que está separada), aunque no siempre haya participado en sus proyectos más aplaudidos. Pero no lleva una carrera metódica.

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