martes, 26 de abril de 2011

John James Audubon./POETA PURO-GONZALO ROJAS.



John James Audubon-foto.[1] (* Les Cayes, Saint-Domingue (actual Haití), 26 de abril de 1785 – † Nueva York, 27 de enero de 1851) fue un ornitólogo, naturalista y pintor, nacionalizado estadounidense en 1812 de origen francés, considerado como el primer ornitólogo del Nuevo Mundo.
Audubon nació en la colonia francesa Saint-Domingue (actual Haití). Era el hijo ilegítimo de un capitán de navío francés y su amante. Creció en Francia junto con su madrastra. Audubon afirmó que en su más temprana educación recibió clases de Jacques Louis David, un pintor posteriormente famoso en la Francia revolucionaria, pero esta afirmación se ha descartado posteriormente junto con otras "ficciones" de Audubon.

En 1803, su padre le consiguió un pasaporte falso para viajar a los Estados Unidos y así evitar su llamamiento a filas en las Guerras Napoleónicas. Audubon cogió la fiebre amarilla y el capitán del barco lo alojó en una casa de huéspedes regentada por mujeres cuáqueras que cuidaron de él hasta que se repuso y le enseñaron la particular versión cuáquera del idioma inglés. En ese año conoció y comprometió con su vecina Lucy Bakewell, con la que se casaría en 1808.
Audubon supervisó una granja familiar cerca de Filadelfia y comenzó el estudio de la naturaleza realizando los primeros anillamientos del continente americano. Audubon ataba hilos a las patas de Sayornis phoebe y determinó que volvían a los mismo lugares de anidamiento año tras año.

Después de años de negocios exitosos en Pensilvania y Kentucky, sufrió una bancarrota. Esto le obligó a esforzarse más en sus estudios de la naturaleza y en la pintura y navegó por el río Misisipi con su arma, sus pinturas y un asistente con la intención de encontrar y pintar todas las aves de América del Norte.
TÍTULO:POETA PURO-GONZALO ROJAS.

El luto se mezcló con la alegría en el arranque de la semana grande de las letras españolas, que se dolían por la muerte del poeta chileno Gonzalo Rojas, a los 93 años, en vísperas de la entrega del Cervantes a Ana María Matute. Rojas, ganador en 2003 del premio más importante de las letras hispanas y del premio Reina Sofía en 1992, era tenido por «un poeta químicamente puro que respira poesía», según el jurado que lo premió hace casi un decenio. La pureza y la intensa singularidad de su vitalista voz poética respiran una «honda raíz hispánica» que lo conecta con otros grandes poetas americanos. Cantor del mar, los relámpagos y el viento, era Rojas el poeta más importante de Chile después de Neruda y junto al antipoeta Nicanor Parra, que le sobrevive. Rojas, que tendió puentes entre la modernidad y la tradición hispánica más rica, murió en su casa de Chillán. Llevaba casi dos meses en estado muy grave, tras sufrir un infarto cerebral el pasado 22 de febrero. Entonces trabajaba en unas memorias que no quería publicar hasta después de su muerte.
Nacido en 1917 en el puerto de Lebu, industriosa localidad minera a 500 kilómetros al sur de Santiago, Rojas era hijo de minero. Huérfano desde la infancia, la muerte de su padre a causa de una explosión de gas grisú cuando tenía cuatro años le marcaría definitivamente. De aquella trágica experiencia «aprendí más cosas que de todos los manifiestos», dijo el poeta. Autor de una treintena de libros, se adscribió a la denominada 'generación del 38', en una facción denominada 'Mandrágora' y caracterizada por sus conexiones con el surrealismo. Pronto se desmarcaría Rojas de sus compañeros, a los que consideraba «excesivamente afrancesados». Seguidor de la mejor tradición americana, el propio poeta reconocía a sus grandes referentes: «Vallejo me dio el despojo, Huidobro el desenfado, Neruda el tono respiratorio y Borges el desvelo».
Entre sus libros destacan 'La miseria del hombre' (1948), 'Contra la muerte' (1964), 'Críptico y otros poemas' (1978), 'Desocupado lector' (1990) y 'Las hermosas' (1991).

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