viernes, 1 de abril de 2011

EL RÍO DE LA LUZ, EL SAUCEN LLORON.


A la orilla de un rio, rozando casi el agua, se hallaba un viejo sauce. Su tronco reflejaba sus largos años vividos en aquel bello lugar. A ambos lados del rio, una gran llanura cubierta del más verde césped y flores silvestres; a lo lejos, las majestuosas montañas rodeaban aquel paraiso sin igual; el azul del cielo durante el día y la estrellada cúpula nocturna lo envolvían todo. Pero el viejo sauce lloraba sin cesar, se sentía prisionero, pues sus raices lo mantenían atado a la tierra, y cada día las maldecía por obligarlo a permanecer allí hasta el final de sus días. En su afán por escapar, sus ramas trataban de alcanzar la corriente del rio, creyendo que si lo lograba, ésta le llevaría a un nuevo mundo, pero cuando alguna de sus ramas conseguia por fin tocar el agua, sus hojas caían sin vida transportadas hacía ningún lugar. Cierto día el viento, trajo a sus pies una semilla que en poco tiempo dió vida a un joven árbol, cuando el primer brote logró salir a la luz, quedó impresionado al ver tanta vida y belleza a su alrededor, y quiso compartir su felicidad con el viejo sauce. - ¡¡Somos unos privilegiados amigo mio!! ¿por qué lloras con tanta amargura? - Quiero ser libre, pero mis raices me mantienen atado a este lugar? - ¿Libre dices... ? Hace unas semanas yo era una diminuta semilla, el viento me llevaba de aquí para allá sin ningun destino fijo, mi único deseo era encontrar un lugar donde poder establecer mi vida y dejar de vagar a merced del viento, ¿y tú lloras por haberlo conseguido...?. Eres grande, tu sombra da cobijo a flores y animales que gracias a ti se pueden resguardar del ardiente sol y de la lluvia torrencial, tu grandioso aspecto destaca entre todos los seres que habitan en este lugar, los pájaros, cantan posados en tus ramas y hacen allí sus nidos para criar a sus polluelos, el rio alimenta tus raices con su cristalino fluir, tienes todo lo que cualquier semilla sueña conseguir y tú lloras porque tus raices no dejan que te muevas... ¿para qué quieres moverte tú, si estando quieto, la vida fluye en torno a ti? Deja ya de derramar tus lágrimas, contempla todo el Universo que te rodea, y agradece que un día, el viento te trajera a este increible lugar para que tus raices pudieran aferrarse a esta tierra donde poder ser el bello sauce que hoy eres.

1 comentario:

  1. Vamos recorriendo grandes aventuras en el río sin luz de cruzar grandes peligros que ver.

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