miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS GRULLAS DE EXTREMADURA.


Tradicionalmente se asocia esta especie a las dehesas de encinas, ya que la bellota es uno de sus principales alimentos durante el invierno. De hecho, casi todos los núcleos de invernada existentes en Extremadura integran en mayor o menor proporción zonas de dehesas, pero también pueden establecerse en áreas con cultivos de cereal (cebada, trigo, avena) o pastizales con árboles muy dispersos. Los cultivos de arroz y de maíz son intensamente utilizados por las grullas en invierno, puesto que en las fechas en las que llegan a Extremadura ya han sido cosechados y aprovechan la disponibilidad de alimento que ofrecen los rastrojos, donde encuentran con facilidad restos de semillas.Foto de las grullas.

Los dormideros comunales se ubican mayoritariamente en embalses artificiales cercanos a los comederos, buscando preferentemente aguas someras en zonas situadas en las colas, con amplias orillas y mucha visibilidad frente a predadores o posibles molestias. Algunos de los dormideros más importantes se establecen en los cultivos de arroz una vez que han sido fangueados (labrados después de la cosecha), ya que presentan una lámina de agua poco profunda. En otras ocasiones utilizan charcas ganaderas o incluso las orillas de los ríos. Excepcionalmente duermen alejadas del agua.

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