La III Matanza Tradicional del Cerdo de Castuera rememoró esta ancestral costumbre ante numerosos vecinos y turistas.
La localidad de Castuera ha vuelto a vivir un año más toda una fiesta alrededor de la tradicional matanza del cerdo. Las faenas propias de esta ancestral costumbre y las degustaciones gastronómicas se unieron al calor de la lumbre para revivir esta añeja tradición que en la actualidad se ha convertido en un motivo de encuentro para los vecinos de la localidad y en objetivo turístico para muchos otros que quieren conocer de cerca el ritual de una matanza extremeña tal y como la hacían nuestros abuelos.
El olor a leña de encina ardiendo en la lumbre, el aguardiente mañanero, las perronillas, regañás, gañotes y demás dulces típicos de la localidad que se podían degustar desde primeras horas de la mañana en la plaza de España, junto al trasiego de personas con artesas, calderos, romanas, bancos, baños, picadoras y demás utensilios propios del faenado de la matanza del cerdo no dejaban lugar a dudas. Castuera, fiel a una tradición que ayuntamiento y asociaciones locales recuperaron hace tres años, se preparaba para vivir una nueva edición de esta fiesta que aúna tradición y gastronomía, en un intento por conservar las tradiciones y por darlas a conocer a visitantes y también a las generaciones más jóvenes.
A pesar de que la mañana se presentó muy desapacible por el viento y sobre todo por el frío, centenares de personas se acercaron a la plaza de España, para seguir en directo los ritos propios de las matanzas que año tras año se sucedía en los fríos y crudos días del invierno extremeño y de manera más numerosa al mediodía para degustar, a precios muy populares y acompañado de buen vino de pitarra, las carnes asadas a la brasa, las pancetas, las costillas o las pruebas y chacinas que proporcionaron los tres cerdos ibéricos preparados para la ocasión.
Con todo lujo de detalles, los asistentes conocieron el proceso del sacrificio y sangrado de un cerdo ibérico que arrojó en la romana un peso de trece arrobas: el churrasque de los pelos y el lavado, el despiece o destazado de las carnes y finalmente la preparación de las tripas y el llenado de las morcillas, ya que tanto el matancero, ataviado a la antigua usanza, con boina, chambra cruzada y pantalón de pana, como el grupo de ayudantes y mujeres matanceras que lo acompañaban, realizaron su labor rodeados por el público, que también recibía las explicaciones de todo lo que estaba sucediendo.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos, hizo entrega del distintivo municipal 'Matancero de Honor', que esta ocasión recayó de manera compartida en tres mujeres: Bernarda Sánchez, Antonia Gallego y Buesuceso Núñez, como reconocimiento al importante papel que siempre han jugado la mujer en las matanzas familiares y tradicionales.
La jornada de tradición y convivencia estuvo amenizada con la música tradicional y festiva de la charanga Son del Barrio.
Los matanceros presentan a modo de bodegón las diferentes partes del cerdo tras su despiece.Foto.
El día 2 de febrero 2011 se celebra la Candelaria con la regaña es un dulce, la gente se va a los campos, a pasar el día, los amigos y pantillas de jovenes, el pueblo se queda solo,.Las tiendas cerradas y supermercados, algunos bare abre por la noche, etc,.
La localidad de Castuera ha vuelto a vivir un año más toda una fiesta alrededor de la tradicional matanza del cerdo. Las faenas propias de esta ancestral costumbre y las degustaciones gastronómicas se unieron al calor de la lumbre para revivir esta añeja tradición que en la actualidad se ha convertido en un motivo de encuentro para los vecinos de la localidad y en objetivo turístico para muchos otros que quieren conocer de cerca el ritual de una matanza extremeña tal y como la hacían nuestros abuelos.
El olor a leña de encina ardiendo en la lumbre, el aguardiente mañanero, las perronillas, regañás, gañotes y demás dulces típicos de la localidad que se podían degustar desde primeras horas de la mañana en la plaza de España, junto al trasiego de personas con artesas, calderos, romanas, bancos, baños, picadoras y demás utensilios propios del faenado de la matanza del cerdo no dejaban lugar a dudas. Castuera, fiel a una tradición que ayuntamiento y asociaciones locales recuperaron hace tres años, se preparaba para vivir una nueva edición de esta fiesta que aúna tradición y gastronomía, en un intento por conservar las tradiciones y por darlas a conocer a visitantes y también a las generaciones más jóvenes.
A pesar de que la mañana se presentó muy desapacible por el viento y sobre todo por el frío, centenares de personas se acercaron a la plaza de España, para seguir en directo los ritos propios de las matanzas que año tras año se sucedía en los fríos y crudos días del invierno extremeño y de manera más numerosa al mediodía para degustar, a precios muy populares y acompañado de buen vino de pitarra, las carnes asadas a la brasa, las pancetas, las costillas o las pruebas y chacinas que proporcionaron los tres cerdos ibéricos preparados para la ocasión.
Con todo lujo de detalles, los asistentes conocieron el proceso del sacrificio y sangrado de un cerdo ibérico que arrojó en la romana un peso de trece arrobas: el churrasque de los pelos y el lavado, el despiece o destazado de las carnes y finalmente la preparación de las tripas y el llenado de las morcillas, ya que tanto el matancero, ataviado a la antigua usanza, con boina, chambra cruzada y pantalón de pana, como el grupo de ayudantes y mujeres matanceras que lo acompañaban, realizaron su labor rodeados por el público, que también recibía las explicaciones de todo lo que estaba sucediendo.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos, hizo entrega del distintivo municipal 'Matancero de Honor', que esta ocasión recayó de manera compartida en tres mujeres: Bernarda Sánchez, Antonia Gallego y Buesuceso Núñez, como reconocimiento al importante papel que siempre han jugado la mujer en las matanzas familiares y tradicionales.
La jornada de tradición y convivencia estuvo amenizada con la música tradicional y festiva de la charanga Son del Barrio.
Los matanceros presentan a modo de bodegón las diferentes partes del cerdo tras su despiece.Foto.
El día 2 de febrero 2011 se celebra la Candelaria con la regaña es un dulce, la gente se va a los campos, a pasar el día, los amigos y pantillas de jovenes, el pueblo se queda solo,.Las tiendas cerradas y supermercados, algunos bare abre por la noche, etc,.
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