Medio Ambiente aprueba la erradicación completa de esta especie no autóctona en el Parque Natural.Obliga a que sean abatidos en las cacerías ordinarias que se organicen y en las previstas por el personal de los cotos.La verdad es que, a primera vista, no tiene mala pinta. Es un animal con porte señorial en el que su cornamenta lo asemeja a la cabra montés. Pero el muflón (ovis orientalis musimon en terminología científica) no es bienvenido en el Parque Natural Tajo Internacional. Tanto que va a ser exterminado de esta zona en la que, en cambio, tienen protección el cangrejo lusitano, el murciélago de herradura o el lagarto verdinegro. Esta radical medida de limpieza cinegética, acordada por la Dirección General de Medio Ambiente y aplaudida por las entidades ecologistas, se desarrollará hasta 2014. El muflón,foto, desaparecerá del parque natural por dos motivos. El primero, porque no es una especie autóctona; el segundo, porque su voracidad vegetal no tiene límites.
La Consejería de Industria y Medio Ambiente no acertó ayer a ofrecer una cifra estimada de cuantos muflones campan a sus anchas por el Tajo Internacional. Adenex tampoco pero tiene claro que, más que la cantidad, se persigue acabar con los efectos dañinos de esta especie. «En los últimos años se están repoblando distintas zonas de la región con jabalíes o ciervos. Y eso no es bueno. De la misma manera que tampoco lo es que el muflón se haya asentado en un sitio en el que nunca ha estado como el Tajo Internacional. En Cazorla es habitual, pero no aquí. Eso es malo para el ecosistema», incide Jesús Valiente, de la asociación ecologista.
La Junta, a través de una resolución publicada en el Diario Oficial de Extremadura de ayer, lo dice de otra forma. «Pone en peligro la fauna existente en la zona», asevera el Ejecutivo regional, que detecta que el muflón se encuentra en fincas no cercadas cinegéticamente «con lo que es posible la expansión de la misma al resto del parque».
La Ley de Patrimonio y Biodiversidad que regula entre otros aspectos la protección de las especies silvestres, bendice el plan de erradicación de este bóvido en el Tajo que hace frontera con Portugal. La norma establece actuaciones concretas contra aquellas especies que puedan «constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, que sean susceptibles de competir con éstas o alterar los equilibrios ecológicos o la pureza genética». Y el muflón, inquilino habitual de llanuras frondosas y bosques europeos, lo es.
La Consejería de Industria y Medio Ambiente no acertó ayer a ofrecer una cifra estimada de cuantos muflones campan a sus anchas por el Tajo Internacional. Adenex tampoco pero tiene claro que, más que la cantidad, se persigue acabar con los efectos dañinos de esta especie. «En los últimos años se están repoblando distintas zonas de la región con jabalíes o ciervos. Y eso no es bueno. De la misma manera que tampoco lo es que el muflón se haya asentado en un sitio en el que nunca ha estado como el Tajo Internacional. En Cazorla es habitual, pero no aquí. Eso es malo para el ecosistema», incide Jesús Valiente, de la asociación ecologista.
La Junta, a través de una resolución publicada en el Diario Oficial de Extremadura de ayer, lo dice de otra forma. «Pone en peligro la fauna existente en la zona», asevera el Ejecutivo regional, que detecta que el muflón se encuentra en fincas no cercadas cinegéticamente «con lo que es posible la expansión de la misma al resto del parque».
La Ley de Patrimonio y Biodiversidad que regula entre otros aspectos la protección de las especies silvestres, bendice el plan de erradicación de este bóvido en el Tajo que hace frontera con Portugal. La norma establece actuaciones concretas contra aquellas especies que puedan «constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, que sean susceptibles de competir con éstas o alterar los equilibrios ecológicos o la pureza genética». Y el muflón, inquilino habitual de llanuras frondosas y bosques europeos, lo es.
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