Un cierto día... Un cierto policía, al llegar a su trabajo es comprometido para efectuar algunas actuaciones. Recibe un montón de papeles y sigue en dirección donde viven los sujetos citados en los documentos. Sigue en un vehículo acompañado por otro compañero, van fuertemente armados, ya que no sabían lo que les esperaba y el local estaba altamentado infestado por indigentes. Era una comunidad muy pobre, lo que infelizmente hace que la mayoría este a un paso de la criminalidad debido a la gran ausencia del estado en todos los sentidos. Luego intentan decir que no. Al llegar, tratan de no llamar mucho la atención, pues la propia postura de cada uno los delataría. Cerca a la favela, donde viviría uno de los sujetos buscados, perciben un movimiento sospechoso de personas, entonces deciden acelerar para por lo menos intentar evitar que el sujeto se fugase.[BR]Después de haber corrido mucho tuvieron éxito y detuvieron al individuo, esposándolo. Lo llevaron a la favela para que buscara documentos y se encontraron con un poco de niños en una cama, de esas tipo litera, y otros en el suelo con tierra y una mujer muy humilde que no paraba de llorar. [BR]Uno de los policías llegó a ironizar la situación del sujeto, diciendo que era un buen reproductor, donde el sujeto balbuceó:_ Jefe! No todos son mis hijos. Tres son de una hermana que se murió en una confrontación de indigentes aquí en la comunidad, aquellos dos un poco más grandes que los demás son mis hermanos que quedaron sin lugar donde vivir cuando mis padres fueron presos por estar vendiendo drogas para sobrevivir y los otros cuatro son de mi hermano muerto en el trabajo por asaltantes en la empresa en la que trabajaba.y hay otro más que está en la cuna allá adentro y yo le quería pedir que me dejara verlo antes de que me lleven preso.
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