Se fue la luz y saltaron las alarmas, pero los clientes ni se inmutaron, siguieron mirado ropa como si nada. Así relataba ayer una de las dependientas de Menacho el apagón que tuvo lugar en esta vía entre las 19.45 y las 20.45, coincidiendo precisamente con el último sábado de rebajas.
Durante esa hora muchas tiendas de la artería comercial de la ciudad se quedaron a oscuras y no pudieron usar el programa informático que permite cobrar las compras a sus clientes.
La avería afectó prácticamente a la mitad de las tiendas de la zona, entre ellas, las del grupo Inditex (Zara, Oysho, Pull&Bear) y a los establecimientos ubicados en la calle paralela a Menacho, en la continuación del Paseo de San Francisco, como fue el caso de Yves Roche, donde se venden productos de belleza y se ofrecen servicios de depilación. Su encargada, Teresa Sanguino, explicaba que toda esa acera se había quedado a oscuras. «Hemos tenido que sacar a los clientes de las cabinas de depilación», manifestaba.
Miedo al robo .Foto de la calle Menacho Badajoz es donde están las tiendas.
En Zara hubo quien se quedó encerrado en el ascensor que une las tres plantas del edificio y las dependientas tuvieron que llamar al servicio técnico para que los sacaran.
«Aquí teníamos miedo de que nos robaran, porque se estaba haciendo de noche y no se veía nada y claro, como no había luz, no funcionaba la alarma de la puerta. Por eso hemos tenido que estar vigilando. No hemos dejado pasar a nadie para evitar problemas», apuntaban desde otra tienda de Menacho.
Durante esa hora muchas tiendas de la artería comercial de la ciudad se quedaron a oscuras y no pudieron usar el programa informático que permite cobrar las compras a sus clientes.
La avería afectó prácticamente a la mitad de las tiendas de la zona, entre ellas, las del grupo Inditex (Zara, Oysho, Pull&Bear) y a los establecimientos ubicados en la calle paralela a Menacho, en la continuación del Paseo de San Francisco, como fue el caso de Yves Roche, donde se venden productos de belleza y se ofrecen servicios de depilación. Su encargada, Teresa Sanguino, explicaba que toda esa acera se había quedado a oscuras. «Hemos tenido que sacar a los clientes de las cabinas de depilación», manifestaba.
Miedo al robo .Foto de la calle Menacho Badajoz es donde están las tiendas.
En Zara hubo quien se quedó encerrado en el ascensor que une las tres plantas del edificio y las dependientas tuvieron que llamar al servicio técnico para que los sacaran.
«Aquí teníamos miedo de que nos robaran, porque se estaba haciendo de noche y no se veía nada y claro, como no había luz, no funcionaba la alarma de la puerta. Por eso hemos tenido que estar vigilando. No hemos dejado pasar a nadie para evitar problemas», apuntaban desde otra tienda de Menacho.
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